El monumento emblema de la ciudad y la imagen más representativa de Jakarta en el extranjero se encuentra en el centro de la Plaza Merdeka (libertad). Se trata del “MONAS” (Monumento Nacional), una impresionante construcción de 137 metros de alto rematados con una cupula, en forma de llama, cubierta con 38 kg de oro fino, que alberga en su interior un museo con la historia del país y algunas reliquias. El MONAS es, como no podia ser de otra forma, la representación mas importante de la lucha del pueblo indonesio por su independencia de los holandeses aunque por la forma de falo que tiene, este obelisco entre algunos javaneses es conocido como “la ultima erección de Suharto”, último dictador indonesio depuesto hace pocos años).
El diseño, en realidad, esta inspirado en el simbolo masculino de la religion hindu: el lingam, emblema asociado al culto a Siva, uno de los dioses de la mitologia hindú. El cruce de culturas de este país es impresionante, nada menos que católicos, protestantes, musulmanes e hindúes, como principales, se cuentan entre las religiones con seguidores aquí.
Monumento Borobudur
Prambanan es un conjunto de 240 templos dedicados a Shivá, construidos a lo largo del siglo IX bajo la dinastía Sanjaya del primer Reino de Mataram en la región deJava Central. Una inscripción fechada del año 856 marca lo que es posiblemente su piedra fundacional.
El Conjunto de Prambanan está clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde el año 1991.
El templo central, dedicado a Durgā, esposa de Shivá, descansa en una estructura sobreelevada de 34 m de lado, conteniene una estatua de la diosa. Esta estructura está rodeada de un recinto de 110 m de lado incluyendo los templos anexos. Todo ello apoyado sobre una plataforma rectangular de 390 x 222 m. Más allá, pequeños templos aislados.
Entremos en el templo principal, en su interior, escenas de combates entre el bien y el mal y por supuesto, representaciones de Brahmā, Shivá, Vishnú, Ganesha y otras muchas divinidades.
Templo de
Tana
h
Lot
“Tanah” en lengua balinesa significa tierra, mientras que el término “Lot” es mar. Por lo tanto, el Templo de Tanah Lot viene a traducirse como tierra en mitad del mar. Si no está en el centro, al menos si que queda durante las horas de marea alta rodeado completamente por las aguas y distante unos cien metros de la costa, convirtiéndose en una de las postales más repetidas de Bali, y prácticamente una imagen de las islas de Indonesia.
No obstante, cuando a ese templo situado sobre un pe
ñasco de roca negra cubierto por el verde de la frondosa vegetación y envuelto por el inmenso azul marino, se le unen los tonos dorados de un cielo atardeciendo, es precisamente entonces cuando adquiere todo su esplendor y belleza.La ubicación del templo, orientado con exactitud hacia poniente, hace que los juegos lumínicos de la luz del Sol a última hora de la tarde creen un espectáculo que se repite todos los días desde hace más de cinco siglos, ya que el templo se empezó a construir allá por el siglo XV.De hecho, se ha convertido en una de esas excursiones obligadas que todo turista que viaja aBali debe hacer. Y por supuesto, los lugareños han tomado nota y esperan los dólares de los visitantes.Para ellos se extiende a lo largo del camino que lleva hasta el templo un rosario de puestos con artesanías y souvenirs. Y en la costa, con vistas al santuario abundan las terrazas. Lo cierto es que los precios en estos establecimientos tienden al abuso, pero como no se va a Bali todos los días, no está de más pagar un importe desmedido por una cerveza y disfrutar de las maravillosas puestas de sol que ofrece este punto del suroeste de la isla.
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